CREEMOS en un solo Dios (Elohim). “Oye Israel, YHVH (Adonai) es nuestro Dios, YHVH (Adonai) es Uno”. (Deuteronomio 6:4)
CREEMOS en un solo Dios Vivo, Eterno y Verdadero, quien es tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, siendo las tres una indisoluble e inescrutable unidad en esencia, poder y eternidad.
CREEMOS que el Padre es el Creador de todo lo visible e invisible, y Autor del incancelable y misericordioso Plan de Salvación desde antes de la fundación del mundo.
CREEMOS que Jesús es el Hijo de Dios, el Mesías Eterno, en quien habita toda la plenitud de la divinidad en forma corporal, y quien es la Palabra hecha carne que habitó en medio nuestro, y cuya gloria contemplamos, la gloria del unigénito Hijo de Dios, lleno de gracia y verdad. (Juan 1:1-14; Colosenses 2:9)
CREEMOS que el Hijo es eternamente engendrado del Padre, y único mediador entre Dios y los hombres; encarnó por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la bienaventurada virgen María; y en El conviven dos naturalezas: Divina y Humana, en una sola persona.
CREEMOS que el Espíritu Santo procede eternamente del Padre y del Hijo; es revelador del conocimiento de Dios al hombre por las Sagradas Escrituras; Santificador, Persuadidor, Consolador, Dador de Poder y representante único de Cristo sobre la Tierra.
CREEMOS en las Sagradas Escrituras como plena e infalible Palabra de Dios, revelada al hombre por inspiración del Espíritu Santo y, consecuentemente, única segura norma de fe y conducta.
CREEMOS en la caída de toda la humanidad por la desobediencia de Adán y Eva, y en la herencia del pecado original en todo hombre.
CREEMOS que todo pecado voluntariamente cometido es mortal y ocasiona necesariamente la enemistad del hombre con Dios.
CREEMOS que es imposible para el hombre, por finitas y precarias obras, compensar la deuda de sus pecados ante el Tribunal Divino.
CREEMOS en la justificación por la fe, es decir, en que el perdón de la culpa es otorgado de manera exclusiva por la gracia de Dios a todos aquellos que creen de corazón en Jesucristo y lo confiesan voluntariamente con su boca.
CREEMOS en la muerte redentora de Jesucristo en la cruz del Calvario, en la expiación por su sangre y en la justificación por su mérito sacrificial.
CREEMOS que el Espíritu Santo fue derramado sobre la iglesia con poder en Pentecostés, bautizando a los creyentes en el cuerpo de Cristo y liberando a los mismos los dones del Espíritu. El Espíritu nos trae la presencia permanente de Dios en nuestro interior, para la alabanza espiritual, santificación personal, edificación de la Iglesia, dotándonos para el ministerio y haciendo retroceder el reino de Satanás con la evangelización del mundo mediante la Palabra de Jesús y haciendo sus obras.
CREEMOS que el Espíritu Santo mora en cada creyente en Jesucristo y que Él es el Ayudador, Maestro y Guía que mora en nosotros. Creemos en la llenura o capacitación del Espíritu Santo para el ministerio de hoy, a menudo una experiencia consciente. Creemos en el ministerio actual del Espíritu y en el ejercicio de todos los dones bíblicos del Espíritu. Practicamos la imposición de manos para la capacitación del Espíritu, para sanar y para el reconocimiento y capacitación de poder aquellos que Dios ha ordenado para dirigir y servir la Iglesia.
CREEMOS que el Espíritu Santo inspiró a los autores humanos de la Santa Escritura de modo que la Biblia no tiene ningún error en sus manuscritos originales. Recibimos los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento cono nuestra autoridad final y Absoluta, la única regla infalible de fe y práctica.
CREEMOS que Jesucristo murió en la cruz, fue sepultado y resucitó al tercer día de entre los muertos, ascendió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre.
CREEMOS que todo el mundo está bajo el dominio de Satanás y que todos los hombres son pecadores por naturaleza y elección. Por tanto, todos los hombres están bajo el justo juicio de Dios. Por medio de la predicación de la Buenas Noticias de Jesús y el Reino de Dios y la obra del Espíritu Santo, Dios regenera, justifica, adopta y santifica a través de Jesús por el Espíritu a todos los que se arrepienten de sus pecados y confían en Jesucristo como Señor y Salvador. Por ello son liberados del dominio de Satanás y entran en el gobierno de del Reino de Dios.
CREEMOS en la Iglesia, una, santa, universal y apostólica; que es invisible y está formada por las almas de aquellos que tienen escritos sus nombres en el Libro de la Vida; y se hace visible en el mundo por amor mediante la propagación del evangelio .
CREEMOS en el nuevo nacimiento, no de la carne, sino del espíritu, al ser regenerado por el Espíritu de Dios; y que, como fruto de esa regeneración hacemos buenas obras, no para ser salvos, sino porque ya lo somos.
CREEMOS que el Bautismo y la Santa Cena han sido explícitas y soberanamente instituidas por Jesucristo, para ser observadas en la iglesia hasta Su Venida.
CREEMOS que el Bautismo es un testimonio público de la fe interior del creyente en Cristo; debe ser ministrado por inmersión de todo el cuerpo, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, a personas en edad de responsabilidad o uso de razón.
CREEMOS que la Cena del Señor es un acto conmemorativo de su sacrificio redentor en la cruz; que, por medio de la participación por fe en ella, el creyente establece una comunión espiritual con Cristo; y que debe administrarse mediante las especies del pan y el vino, símbolos del cuerpo y la sangre del Señor.
CREEMOS en la adoración a Dios en espíritu y en verdad, nacida directamente del corazón y no supeditada a personas, lugares, formalismos, ritos o cosas materiales.
CREEMOS: que el Reino de Dios vino con el ministerio de nuestro Señor Jesuscristo y que sigue viviendo con el ministerio del Espíritu a través de la Iglesia Y que será consumado en la gloriosa aparición visible y triunfante de Cristo su regreso a la tierra como Rey.